¡Échale una mano a tu sistema digestivo!

Terapeuta Yoga Ayurveda Madrid 53

¡Échale una mano a tu sistema digestivo!

El alimento es nuestra fuente de vida. Según Charaka, considerado el padre de la medicina ayurvédica, de él dependen la claridad, longevidad, inteligencia, felicidad, alegría, fuerza y conocimiento. Junto con el estilo de vida y el movimiento son las claves de nuestra salud.

Somos afortunados por vivir en entornos “abundantes”, con acceso a una amplia variedad de alimentos de calidad. Todo lo necesario para nutrir, regenerar nuestros tejidos y disfrutar de una salud óptima.

Sin embargo, las afecciones del aparato digestivo son cada vez más frecuentes en el mundo contemporáneo, fruto en gran parte de la híper-abundancia. ¡Vivimos en un estado de permanente indigestión!

Es paradójico que acabar de comer y sentirnos ligeros, sin sensación de somnolencia y llenos de energía sea una excepción. Por el contrario, las sensaciones comunes tras la ingestión de alimentos suelen ser la hinchazón abdominal, sensación de acidez, nausea o cuando menos, pesadez. Incluso estos síntomas, claramente patológicos los llegamos a asociar con algo positivo: “¡me he puesto las botas!” o “¡qué bien he comido!”

Hemos perdido la capacidad de reconocer la relación causa-efecto entre lo que comemos y como nos sentimos, la sensibilidad para reconocer la diferencia entre apetito y antojo y el arte de equilibrar nuestras comidas y utilizar los alimentos como medicina.

El Ayurveda ha analizado durante miles de años, con maravillosa precisión, las diferentes formas en que el sistema digestivo se desequilibra. Pequeñas desviaciones iniciales, muy fáciles de solventar que, si no cuidamos, pueden derivar en afecciones profundas como el estreñimiento crónico, el síndrome de intestino irritable, el colesterol, la enfermedad de Crohn, diversas enfermedades de la piel o desordenes metabólicos.

Estos son algunos simples y saludables hábitos que puedes adoptar para asegurarte bienestar digestivo y salud:

  • Consume alimentos frescos y preferiblemente ecológicos.
  • Ten una dieta lo más variada posible respetando siempre el equilibrio entre hidratos de carbono, proteínas, verdura cocinada, ensaladas y frutas. Comer es una fiesta, ¡haz que sea total!.
  • Mastica repetidamente cada bocado, el trabajo que haga tu mandíbula se lo estás ahorrando a los órganos digestivos.
  • Come en un lugar agradable, evitando el móvil e incluso la lectura, no queremos que ninguna noticia interrumpa nuestra digestión.
  • Come solo lo que necesitas, sin llegar al máximo de tu capacidad.
  • Bebe agua a sorbitos durante la comida, preferentemente templada, y evita la ingestión de gran cantidad de liquido 45’ antes y después de la comida.
  • Asegúrate de que la digestión anterior ha terminado antes de lanzarte a comer de nuevo. Normalmente se traduce en un intervalo de dos horas entre comida y comida.
  • Se regular en tus horarios.
  • No te saltes el desayuno, es una comida muy importante.
  • La cena, dos o tres horas antes de irte a dormir y si es posible habiendo dado un pequeño paseo para bajarla.

Si aún así notas síntomas de indigestión, aquí tienes algunos remedios sencillos para aplicar antes de que la molestia se convierta en desequilibrio y tengas que recurrir a tu médico. ¡Así aligeras el sistema sanitario y vas aprendiendo a reconocer lo que te sana!

  • Si sientes síntomas de pesadez o nausea, de falta de energía y de que la comida se queda estancada en el aparato digestivo, probablemente se trate de una indigestión debida a ama, toxicidad.
  • En este caso puedes diluir en agua caliente media cucharadita (de te) de jengibre seco en polvo, la misma cantidad de ajwain (Trachyspermum ammi), y un cuarto de pimienta negra o pippali, y tomarlo tras las comidas. Mantenlo hasta que los síntomas remitan, una semana como máximo.
  • Si percibes sabor ácido en la boca o sensación de quemazón y acidez en el estomago o incluso en la garganta, sed e irritabilidad, puede ser debido a la alteración de pitta. Te aconsejo que pruebes la decocción de comino, semillas de cilantro e hinojo. Una cucharadita de cada una de ellas por 6 tazas de agua que vas a hervir hasta que el liquido se reduzca a la mitad. La decocción puede tomarse caliente hasta tres veces al día hasta que regules tu sistema, un máximo de cuatro semanas y posteriormente de vez en cuando como mantenimiento.
  • El desequilibrio de vata dosha presenta señales como la hinchazón, rigidez corporal, calambres o estreñimiento. En estos casos colocar una bolsa de agua caliente en el vientre alivia la rigidez intestinal y los calambres. la infusión de semillas de ajwain, o simplemente masticarlas o añadirlas a la comida, y la aplicación de calor en la zona abdominal, pueden hacer maravillas.

En cualquiera de los casos, dos técnicas de Yoga pueden aliviarnos. Sentarnos en Vajrasana, la postura sobre los talones, después de comer durante 10 minutos o/y practicar Anulom Vilom Pranayama, la respiración alterna.

Es importante no adoptar para siempre ningún tratamiento, incluso de plantas tan inocuas como las mencionadas, si no queremos que se produzcan otros desequilibrios.

Aprender de la experiencia, lo que nos sienta bien o mal, y corregir las causas que han originado los síntomas, es la clave para devenir un poco más sabios y establecer una buena relación con nuestro sistema digestivo.

¡¡ Feliz digestión!!